9.16.2008

Vamos a crear nada para nadie
soplemos piedras ahoguemos hojas
nademos en un mar de historias congeladas
destruyamos la palabra hasta que desesperada tome vida
dejemos que se defienda quizás pueda con los criados
y es que ya no puedo mas que
estár y no ser..o ser y no estár
No me seques viento triste , sol mojado, desierto frío
no me seques que carezco de algo
y es que vivo de las últimas gotas
la locura subterránea interna y escaza

5.31.2008

Se congela el sol

Veo a Beethoven muerto de vida
vibran sus notas bajo sordas miradas
una luna opaca oscurece el esplendor
destellos de luz se encarnan en los dedos
recorren el camino de los nervios
Brazos, arterias, vasos, coraza, sinapsis,
columna, hipofisis, mente, agua,
tristeza, angustia, recuerdos..
¿Puede el sapo llegar a ser buey?
¿Puede el buey llegar a ser sapo?

un lexico limitado impide la imagen de este jugoso momento
donde los muebles sedientos de vida
caminan pisoteando a los hombres resecos de muerte
¿Donde estan las hadas de oro
que radiantes vuelan en un mundo colorido?
¿Donde están las olas
que revientan en la orilla de los caminos?
esas que luchan y luchan por salir
y que siempre son arrastradas al mismo lugar
un perro enfermo seco y triste que reía
ebrio de veneno mitologico
abrió su boca y con irónica mirada dijo:
El chocolate fue el deleite de los dioses,
a nosotros se nos dio una tierra y un mar abundante
de sal......

7.03.2006

La belleza un concepto abstracto lejano a la realidad de cualquiera,
desaparecer del cotidiano
dormir en el oscuro universo
dormir en una realidad irónica transversal a nuestros sueños escondidos,
dormir de una alegría que aparece cuando quiere
como cerrar la puerta, sin cerrar heridas
los recuerdos y experiencias me ayudaron a escapar de mi cuna,
ahora cuando caí de ella.. No puedo volver , quizás nunca crecí
solo salté de la soledad que tras los barrotes agoniza..
Tengo miedo.. quebrantos me absorben, paranoica reseca escapando de sus dementores...
las criticas a la sociedad
La fuerza interna que no acepta represión humana,
antiguas frustraciones, refugiadas en un lánguido cuerpo que se niega a crecer.. la única salida que nos quedo fue creer en los imposible
para evadirnos de la asfixiante palestra heredada
ignorar las ensoñaciones latentes y caminar ciego a lo desconocido..
había logrado algo, salir de la cárcel que había tras esa puerta.
"La vida es sumamente amarga vivirla si no se sabe enfrentar sus sinsabores"
Selk'nam

6.09.2006

" Un Ángel de la inspiracion"



Encontrándome sentado en la penumbra de mis días, habiendo alcanzado las metas impuestas por los demás. Descubrí que me había encontrado cegado casi toda mi vida, olvidé por completo mis sueños, me había olvidado de soñar, me había olvidado de vivir, de mí…
Ya tenía 46 años, había ahorrado y comprado una casa, me había educado en la escuela y entrado a la universidad, con un gran talento para encontrarme siempre sólo y sin la compañía de alguien, tenía seguro y una pensión fructífera para el resto de lo que yo llamaba: mi futuro.
Me decidí entonces a emprender un camino en ese mismo momento, tenía más convicción que nunca, pero no conocía el origen con exactitud de esa repentina necesidad, de ese impulso tan encantador.
Caminando por la calle Ahumada, contra un mar apestado de gente, que se desplazaba sistemáticamente, que chocaba contra mí, y a la que no le interesaba yo en lo más mínimo, me decidí a continuar mi viaje sin destino como fin. No sé porqué caminaba, sólo sé que lo hacía porque lo sentía. Era la primera vez que no buscaba una excusa, una justificación para hacer algo, y me sentía completamente dichoso de aquello, por fin me sentía libre, con convicciones, siendo yo mismo, sin preguntar, sin acatar.
Para cuando me di cuenta, ya me encontraba entonces en la esquina de Ahumada con Alameda, en ese momento recordé un pasaje de mi vida, en el que estaba en la sala de clases y trabajábamos el tema de la Segunda Guerra Mundial. Había un cuadro de comparación acerca de la cantidad de muertos con que resultó cada uno de los países enfrentados, eran millones, casi comparables con la población actual de toda Inglaterra, la mayoría eran civiles que nada tenían que ver con el asunto, que morían por causa de ideologías e individualismos erróneos. En ese momento, sentí que quería escapar, gritar, llorar, y recordé que siempre fue así, que siempre quise escapar, que dentro de mí resguardaba ese vacío, esa angustia insostenible que había decidido apartar de mí, para así poder unirme a los demás, para así pasar desapercibido, y no cuestionado por mis faltas y mi rebeldía contra el sistema.
Había olvidado vivir, pensar, ser libre, amar, e incluso llorar. Ya no tenía de quién despedirme cuando salía de casa, mi madre había muerto hace años. Fue en ese momento cuando volví a mi realidad…
El semáforo para cruzar daba luz verde, y me encaminé entonces en la reanudación de mi viaje, donde se me vino a la mente una melodía en piano de Schuman (Traumerei), y junto con ésta un recuerdo de mi infancia donde era abatido por mi triste realidad de hijo y madre abandonados por un “padre” desprovisto de amor.
Pero no era eso lo que penetró más intensamente en mi mente, sino que fue mi vida por completo. Me sentía vacío, me sentía solo, de pie y rodeado de gente a la que no conocía, y que no conocería nunca, repleto de dogmas productos de un colonialismo europeo. Todos corrían para poder alcanzar y ganarle a esa luz roja, yo me sentí confuso pero no me detuve, debía seguir, en mi corazón algo me decía, me impulsaba, y continué.
Fue entonces cuando una revolución de pensamientos se enfrentó en mi mente.
Tenía ganas de gritar, no podía, estaba silenciado por mi razón. Mi corazón

lloraba a gritos desgarradores, deseaba salir, escapar, correr. No podía, no me lo

permiten, necesitaba ayuda, no sabía a quién pedírsela. Escapar, gritar, llorar,

sentir, morir, dormir, descansar, o actuar. Ya no tenía fuerzas, ya no sabía ni en

qué ni en quién creer. Todas eran mis opciones, ¿cuál elegiría, sería la correcta?,

no lo sé, ¿me convendría jugar esa carta o esperar?, ¡ayúdenme!...

No cambié al mundo, no inventé o creé una nueva tecnología, ni desarrollé un nuevo sistema de mercado, así como tampoco formé una empresa importante o una familia. No escribí un libro, ni recorrí toda Europa con sólo lo puesto, embarcándome en las miles de aventuras que mis sueños aguardaban intensamente en secreto, escondido, feliz, con esperanzas, no conocí el amor, ni entregué amor. No fui lo que soñé ser, elegí ser lo que otros esperaban de mí. No me gustó en lo que fui convirtiéndome poco a poco, ya no creía en mi poder, ya no creía en mí, era mi propio extraño. No disfruté ni un solo momento, por el contrario, esos momentos no se encuentran en mi memoria, ni los recuerdos buenos ni los malos, no existen, me encuentro vació, me parezco a un globo, que puedo ser reventado de un instante a otro, y del que no quedará registro de lo bueno y productivo que fue.
No recuerdo el aroma del pasto, ni se si es que alguna vez lo distinguí, no

recuerdo nombres ni rostros, ni fechas ni teorías de la relatividad. Me he reducido

a la nada, y ya no hay vuelta atrás.

Pero puedo ver desde lo alto mi cuerpo, y ese mar de gente rodeándolo de

comentarios. Ahora si es cuando se detienen a observarme, ya parecen no estar

apurados sino más bien desconcertados. Me hago cientos de preguntas: Si muero,

¿existirá alguien en el que permanezca mi recuerdo?, ¿alguien recordará mi

personalidad, mis esfuerzos, mi humanidad, mi sentido de la responsabilidad.

¿Alguien recordará si acaso pasé por éste mundo?. ¿Será que existen los

ángeles?, ¿podré ser uno?, ¿a qué se dedican?, ¿dónde iré?, ¿es el fin?, ¿ya

nada existe?.

Y no soy el hombre que fui, ni el que quise y soñé ser. Mi cuerpo está flagelado, y mi alma doblegada, no se podría decir que me calzasen más dogmas, ya, ni el dolor me mortifica, ni aunque sea por un minuto.
Recuerdo que mi madre me preguntaba qué quería ser cuando grande, y que yo le contestaba que sería un escritor, y de los buenos, de los que aman su trabajo y escriben de la realidad con una inspiración y un dominio de los acontecimientos históricos entrelazados junto con las emociones y el desarrollo de personajes que luchan por sus sueños, por sus visiones, por sus ideales, por sus metas, e incluso por una promesa, hablo de personajes con convicciones, que no le temen al desenlace o al final, sino que simplemente actúan. De pronto lo había olvidado, ocurrió un día que ni consigo recordar, y en ese mismo momento me convertía en contador.
Pero hoy soy algo nuevo, no consigo explicarlo. Justo cuando ese microbús se me venía encima y desde lo lejos escuchaba un eco de una aguda y palpitante bocina de auto, recordé que escribiría esta recopilación de memorias, que es lo único que ocupa mi mente cada momento de mi nuevo yo en este mundo.
Todos los días, me siento a observar y acompañar a otros que se sienten igual que yo antes de estos sucesos, para inspirarlos al escribir, y en el tiempo que me resta me dedico a volar, a flotar y sentir por las nubes, emocionándome con esa paz que ni siquiera esperé como recompensa de tantos martirios y soledad llenas de amargura. En esos momentos es cuando me reconcilio con mis sueños y mis anhelos, tal vez ya no exista o mi permanencia no tenga explicación para ciertas ideologías, ni halla dejado una huella en la tierra personalmente, o tampoco siquiera tenga quien vele mi cuerpo, pero de alguna forma inexplicable estoy aquí y tengo visión e oído de todo, me siento más vivo que nunca…

::::.. Texto de la Valeria Vasquez, como siempre tan seca!!!! ...:::




4.29.2006

...18 de septiembre de 1973, una semana después del golpe de estado...


La capital se veía distinta. Le pareció una ciudad torva, iracunda, amenazadora, sumamente peligrosa. Sintió miedo. Pero de nuevo tuvo la sensación de que toda la gente, además de sentirse sola, tenía miedo, de que Chile entero tenía miedo. El miedo se podía oler en el aire. Era un olor agrio, áspero, acuciante, como el olor de la dinamita.
Sentía que el mundo ya no era el mismo, los colores psicodélicos con que él lo recordaba se habían desvanecido. Ahora todo era gris, apagado, uniforme. El país se había mimetizado. Pese a que eran fiestas patrias, y que se había obligado a poner bandera en las casas y edificios públicos, la ciudad se notaba triste. En verdad, casi no se veía gente en la vía publica. De las ventanas de las casas no emergía música a todo volumen como ocurría antes, parecía que cantar estaba prohibido, que hablar en voz alta estaba prohibido, que silbar estaba prohibido. Chile se había transformado en un solo y largo regimiento donde todos se cuadraban ante todos.
Seguro que en esta primavera ni siquiera habría flores. Y si acaso llegaban a prender, prenderían rojas de sangre, negras de luto. En este país largo como un poeta alcohólico, ya no había nada bello: a la alegría la habían desaparecido, la amistad era detenida en las esquinas y el amor se moría de miedo agazapado en la clandestinidad.
Y de la misma manera en que a los cantores le habían machacado los dedos para que no tocaran sus guitarras de fuego, así mismo habían enmudecido las voces de los poetas, sus líricas voces azules llenas de barcos. Y ahora, a lo largo y ancho del territorio nacional solo se oían palabras mimetizadas, blindadas, encapotadas; palabras nunca antes oídas por los jóvenes; palabras temibles, palabras que resonaban en el cerebro como plomo machacado: “bando”, “junta militar”, “golpe de estado”, “fusilamiento”, “asilado”, “clandestinidad”, “tortura”, “desaparecido”.
Mirando la expresión de la gente en la calle, pensó consternado que, además de la libertad y la alegría, en este país se había perdido la inocencia, la ilusión de ser inmortal, la capacidad de soñar. Se había perdido la fe. Esa fe que movía a hacer lo imposible, incluso a caminar sobre las aguas. Tal vez nunca se pudo lograr. Tal vez todo no fue sino una pura ilusión. Pero intentarlo había sido hermoso.

Esa tarde una niña pregunta ¿mamá que es un golpe? “Es algo que duele y deja amoratado el lugar donde te dio”.

Hernán Rivera Letelier “Canción para caminar sobre las aguas”

4.13.2006

Fuentes inagotables de creacion


frágil..
vulnerable..
Fuerte..
llena de vida...
regalo del cielo..

Quisiera aprender de ti..

tu luchas por permanecer aqui...

no sabemos aprovechar... el privilegio
te amo pequeña sin saber quien eres..

El latir de tu corazon...
se conecta con el mio...
Eres la luz inalcanzable
una utopia que nuevamente
se escapa a lo concreto
cuando naces
nos muestras
que viniste a
destruir lo imposible....

4.08.2006

:::..Espejo de cristal..:::


Cómo escribir algo para un público que cada vez pierde más su opinión e identidad, tomamos posiciones de mudos espectadores y no hacemos nada por lo que creemos que está mal, por otro lado nos enfocamos en criticar a quienes sí se atreven a tomar decisiones, olvidando que pueden existir realidades paralelas a nuestra conciencia moral. Debemos cuestionarnos si lo planteado es un mal global, o simplemente una característica de la sociedad chilena, cualquiera sea la respuesta a esta interrogante, la fórmula para provocar un cambio, es abocarnos a nuestra realidad inmediata como nación.
Veamos nuestra actitud, vivimos evadidos de nosotros mismos, de las mas variadas formas y estilos. Es así como los adultos, están sumergidos en el mundo de las apariencias y lo que mas ansían es escalar socialmente, el motivo, lo tienen claro, la sociedad se los exige.
En la otra cara de la moneda se encuentra el mal de nuestra sociedad: los cesantes, ya sea por circunstancia o por elección, estos particulares participantes inactivos de la sociedad se caracterizan por ser la personificación de la frustración y la angustia humana. Por supuesto que asumir esto implica demasiados costos, enfrentarlo seria aceptar tu derrota en el vertiginoso “capital game”, y todos sabemos que no se aceptan perdedores en este sistema. Por lo tanto, haciendo gala de la astucia propia del ser humano, buscas la forma mas fácil para sobrevivir, de esta manera surge el tan conocido y nunca bien ponderado cahuín.
Y para cerrar el círculo vicioso se encuentra la no menos compleja situación de los jóvenes, aquellos que por tradición y costumbre casi mítica de nuestro país extremadamente liberal, no son considerados, pues carecen de ese discernimiento proféticamente inverosímil para cualquier menos de 18 años. Es factible preguntarse ¿Por qué nos tratan de esta manera? ¿Qué razones tienen para transmitirnos sus frustraciones, anular nuestros sueños, imponernos caminos de acuerdo a sus vivencias y coartar nuestra libertad de expresión?
Aunque muchas veces pensemos que es una tiránica acción de absorber nuestras vidas, la respuesta es mas sencilla, “no estas capacitado para entender y acatar que el sistema está perfectamente bien estructurado y no lo podrás cambiar jamás”.
Lo mas triste de esta situación es que hay una gran cantidad de jóvenes que creen esto y en consecuencia su máxima aspiración es ser unos frívolos escaladores sociales o unos fracasados cesantes. Frente a este alentador panorama, los jóvenes deciden cobardemente evadirse, pero hay que tener en cuenta que somos la nueva generación, traemos la revolución tecnológica, pertenecemos a la era de los cambios, lo que implica que nuestras opciones para escapar de la realidad son mayores: cahuineamos, fumamos, tomamos, nos drogamos, hasta que la situación sea insostenible, nos deprimimos, nos sentimos rechazados e incomprendidos y/o nos suicidamos.
En contraste, los que aun resisten, sumidos en un estado patético de resignación se hacen parte del sistema, es decir, contribuyen a que la situación no cambie. A pesar de todo esto, en esta palestra de desesperación aun contamos con una minoría que se automargina de la sociedad, estos son pequeños luceros de esperanza, que brillan sin importar que el mundo siga girando, y que actualmente conforman el pulmón de la humanidad.
*Cata toing!, scuter, rulos, la presi, la basshele magallanica
*La chika, piojo, poroto, cristel, cabezona, pendeja, la tia!
etc etc etc